Con la Petite Symphonie, de Charles Gounod (1818-1893) y la Serenata K 361, Gran Partita, de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), un ensamble de 13 integrantes de la Orquesta Sinfónica Nacional ofrecerá un programa especial para instrumentos de aliento.
El concierto se realizará el viernes 3 y domingo 5 de junio en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, a las 20:00 y 12:15 horas, respectivamente, en el marco de la estrategia #VolverAVerte de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal).
Originario de París, Francia, Charles Gounod fue hijo de un pintor y grabador y de una pianista. Antes de ingresar al Conservatorio de París, Gounod se formó bajo la tutela de Anton Reicha, de quien recibió clases de armonía y contrapunto. Si bien sus obras vocales fueron las que lo mantuvieron en el gusto del público de su tiempo, en 1885 recibió un encargo de Paul Taffanel, famoso flautista, profesor del Conservatorio de París y amigo cercano de Gounod. Taffanel fundó un grupo instrumental dedicado específicamente a la ejecución de piezas de cámara para alientos y convocó a algunos de los compositores más notables a contribuir con partituras para ser ejecutadas por la llamada Sociedad de Música de Cámara para Instrumentos de Aliento. De ahí surgió la Petite Symphonie de Gounod para nueve instrumentos de aliento, que Steven Ledbetter describe como “una evocación en miniatura de una sinfonía clásica completa desde el punto de vista del final del siglo XIX, delicada, evocativa y elegantemente coloreada”. La Petite symphonie fue estrenada en la famosa Sala Pleyel de París el 30 de abril de 1885.
La Serenata nº 10 para alientos en Si bemol mayor, K. 361/370a, conocida como Gran Partita, de Wolfgang Amadeus Mozart, fue escrita entre 1781 y 1782. Las serenatas y divertimentos para instrumentos de aliento de este compositor son consideradas, en ocasiones, como obras menores. Sin embargo, el aspecto desenfadado de algunas de ellas esconde considerables refinamientos y admirables sutilezas. Son una de las vías más accesibles a la profunda sabiduría del genio de Salzburgo. La Gran Partita consta de siete movimientos y es quizá la obra más importante jamás escrita para los alientos-madera. Con una inusual combinación de alientos y contrabajo, Mozart creó una de las obras culminantes de su catálogo.
Algunos textos históricos señalan que Mozart eligió la Serenata K. 361 como la música principal para acompañar la ceremonia de su matrimonio con Constanza Weber, el 4 de agosto de 1782. Si fue así, el compositor no pudo elegir mejores sonidos para acompañar el importante acontecimiento.
El concierto se realizará con apego a las medidas de protección sanitaria establecidas por las secretarías de Salud y de Cultura federal.