La Orquesta Sinfónica Nacional ofrecerá las Dos pequeñas piezas serias, de Silvestre Revueltas; Contrabajeando, Kicho e Invierno porteño, de Astor Piazzolla, y la Sinfonía núm. 5, de Franz Schubert, bajo la dirección huésped de José Guadalupe Flores y con la participación como solista de Armando Rangel, contrabajista de la agrupación del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), el domingo 21 de noviembre a las 12:00 horas en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, en el marco de la campaña #VolverAVerte de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.
El concierto iniciará con las Dos pequeñas piezas serias, compuestas por Revueltas hacia 1940 y habitadas por el sentido del humor y el sarcasmo típicos de la música del compositor duranguense, lejos de la solemnidad de la obra de sus contemporáneos nacionales.
Continuará Contrabajeando, Kicho e Invierno porteño. Enrique Kicho Díaz (1918-1992) fue un notable contrabajista argentino e integrante del Quinteto Piazzolla y del Sexteto Mayor, y a quien están dedicadas las primeras dos piezas. Por otra parte, Las cuatro estaciones porteñas, de las cuales será incluida Invierno porteño, es uno de los ciclos tangueros más destacados en la vasta producción del autor sudamericano.
El programa concluirá con la Sinfonía núm. 5, de Schubert, escrita en 1816, cuando tenía 19 años. En esta obra ya se percibe el sello característico del pensamiento sinfónico del compositor vienés, que habría de desarrollar hasta el final de su carrera.
José Guadalupe Flores ha sido director artístico de agrupaciones en México y Brasil, y como huésped ha colaborado con la mayoría de las orquestas de nuestro país, así como sudamericanas y europeas. Ha estrenado diversas piezas de música de cámara, sinfónica y coral de compositores de diversas nacionalidades y realizó el estreno mundial de la ópera La Güera, de Carlos Jiménez Mabarak. Ha sido merecedor de diversos homenajes y reconocimientos por su labor en beneficio de las comunidades de los estados donde ha sido titular de orquestas y por impulsar el gusto por la música de concierto. Además de fomentar, asimismo, la difusión de la música tradicional mexicana.
En el recinto del INBAL habrá un estricto apego a las medidas de protección para artistas, trabajadores y asistentes, las cuales consisten en la instalación de un filtro con tapete desinfectante, aplicación de gel antibacterial, revisión de la temperatura que no rebase los 37.5ºC, uso obligatorio de cubreboca al momento del acceso y durante la función, y respeto a la sana distancia, así como aforo limitado.