La Pequeña misa solemne, una pieza del repertorio coral compuesta en 1863, considerada la última gran obra del autor italiano Gioachino Rossini, será interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional el viernes 9 de julio a las 20:00 horas a través de las redes sociales, en el marco de la campaña “Contigo en la distancia” de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
La versión orquestal de la obra póstuma de Rossini, estrenada en México en febrero de 2016, bajo la batuta de Iván López Reynoso —uno de los más sobresalientes jóvenes directores mexicanos—, es la que podrá apreciar el público a través de la plataforma de la Secretaría de Cultura (https://contigoenladistancia.cultura.gob.mx/), el canal de YouTube del INBAL (https://www.youtube.com/bellasartesmex) y por Facebook del INBAL y de la Orquesta Sinfónica Nacional (/INBAmx y /osn.bellasartes.gob.mx).
Célebre por su prolífica producción operística, Rossini (1792–1868) concluyó a los 37 años de edad la última de sus 40 óperas: Guillermo Tell, y los 39 años restantes de su vida se dedicó a escribir piezas para piano, música de cámara y obras sacras que interpretaban sus amigos y a las que calificó como “pecados de la vejez”.
En 1863, cinco años antes de su muerte, uno de los más grandes exponentes del bel canto compuso la Pequeña misa solemne. Al respecto, él mismo escribió un pequeño texto en el que justificaba haber dedicado su vida a la ópera y en el que le hacía una petición a Dios: “Un poco de ciencia, un poco de corazón, eso es todo lo que soy capaz de ofrecer. Así que te ruego que me garantices el paraíso”.
Dicha obra fue compuesta para un coro de 12 miembros que simbolizan a los apóstoles de Cristo, con el acompañamiento de dos pianos y un armonio, en vez de una orquesta. Un año antes de su muerte, escribió la orquestación de la misa, a sabiendas alguien más lo haría, por lo que prefirió realizar esta labor.
La primera versión de la Pequeña misa solemne fue estrenada el 14 de marzo de 1864 de forma privada. Fue hasta febrero de 1869 cuando la versión orquestada por Rossini fue ejecutada en público, tres meses después de su muerte, por lo que se le considera su verdadero testamento musical; ninguna otra obra compuesta por él en esa etapa se puede comparar con esta pieza sacra, de acuerdo con los especialistas.
En el concierto participa un elenco formado por la soprano Gabriela Herrera, la mezzosoprano Guadalupe Paz, el tenor Orlando Pineda, el bajo-barítono Carsten Wittmoser y el Coro de Madrigalistas de Bellas Artes.
Gabriela Herrera estudió en el Conservatorio Nacional de Música y en la Escuela Superior de Música del INBAL, así como en la renombrada Juilliard School de Nueva York. Formó parte del ensamble de solistas de la Ópera Estatal de Stuttgart de 1996 a 2007.
Guadalupe Paz, originaria de Tijuana, se graduó en el Conservatorio Arrigo Pedrollo de Vicenza, Italia, y recientemente ganó el primer concurso en Estados Unidos dedicado a la interpretación de la música de Rossini.
Orlando Pineda estudió con Enrique Jaso Mendoza. En 2012 ganó el tercer premio en el concurso Las Voces Jóvenes del Bel Canto en México, y en 2015, el primer lugar del Segundo Concurso Iberoamericano de Canto Irma González.
El cantante alemán Carsten Wittmoser cuenta con una destacada trayectoria en Europa y América, y ha formado parte de los ensambles de las casas de ópera de Stuttgart, Linz, Friburgo y Hamburgo.
Redes sociales
Se pueden seguir las redes sociales del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura en Instagram (@INBAMX), Facebook (/INBAmx) y Twitter (@bellasartesinba). Sigue las redes sociales de la Secretaría de Cultura en Twitter(@cultura_mx), Facebook (/SecretariaCulturaMX) e Instagram (@culturamx).